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martes, 4 de septiembre de 2012

La cicatrización después de una cirugía

Una de las principales preocupaciones que suelen aparecer cuando una persona se plantea una cirugía estética es el hecho de la visibilidad de las cicatrices.
A pesar de que con un correcto procedimiento y cuidado, las cicatrices serán prácticamente invisible a simple vista, existen casos en los que ésta queda más marcada, adquiere una apariencia estraña e incluso puede llegar a doler.
Entonces, ¿de qué depende una buena cicatrización?
El aspecto final de una cicatriz depende de muchos factores aunque el más importante es la capacidad regenerativa del paciente. También influirá el tipo de piel, la localización de la cicactriz, la edad de la persona, su estado de salud, hábitos como el tabaco o el alcohol, etc.


Antes de la intervención el especialista deberá explicarte que
tipo de incisión practicará y donde se situarán las cicatrices para que puedas hacerte una idea previa.
En las operaciones más demandadas como la blefaroplastia, la liposucción o el aumento mamario las cicatrices suelen ser mínimas y están estrategicamente situadas para que éstas queden escondidas.

Debemos tener en cuenta que es mejor no realizar esfuerzos excesivos y sobretodo debemos evitar la exposición al sol para evitar que la cicatriz adquiera un color oscuro y se note más.

lunes, 30 de julio de 2012

La cirugía y el tabaco no se llevan bien


¿Sabías que los fumadores tienen más riesgo de sufrir complicaciones postoperatorias que los no fumadores?

Por ejemplo en cuanto a la cicatrización. Está demostrado que las personas fumadoras experimentan una cicatrización más lenta ya que el humo afecta a la oxigenación de los tejidos, disminuyendo la circulación e intoxicando la sangre.


Este hecho se acentúa cuando hablamos de intervenciones en las que hay un aislamiento o levantamiento de la piel como en el caso de la reducción de pecho, la abdominoplastia o el lifting facial,  para las que el humo del tabaco es especialmente perjudicial.

Aunque lo ideal sería abandonar este mal hábito de manera permanente, se recomienda dejar el tabaco y cualquier sustituto que contenga nicotina, al menos dos semanas antes y después de la cirugía.

Para los fumadores pasivos, lamentablemente también existen riesgos. Por eso, si alguien de la familia fuma se deben establecer pautas claras para que el hábito de otros no afecte la recuperación.

Y tu, ¿dejaste de fumar definitivamente después del postoperatorio?