A pesar de que con un correcto
procedimiento y cuidado, las cicatrices serán prácticamente
invisible a simple vista, existen casos en los que ésta queda más
marcada, adquiere una apariencia estraña e incluso puede llegar a
doler.
Entonces, ¿de qué depende
una buena cicatrización?
El aspecto final de una cicatriz
depende de muchos factores aunque el más importante es la capacidad
regenerativa del paciente. También influirá el tipo de piel, la
localización de la cicactriz, la edad de la persona, su estado de
salud, hábitos como el tabaco o el alcohol, etc.
Antes de la intervención el especialista deberá explicarte que tipo de incisión practicará y donde se situarán las cicatrices para que puedas hacerte una idea previa.
En las
operaciones más demandadas como la blefaroplastia, la liposucción o
el aumento mamario las cicatrices suelen ser mínimas y están
estrategicamente situadas para que éstas queden escondidas.
Debemos
tener en cuenta que es mejor no realizar esfuerzos excesivos y sobretodo debemos evitar la exposición
al sol para evitar que la cicatriz adquiera un color oscuro y se note
más.